Design Thinking vs. Design Sprint

Design Thinking y Design Sprint, ¿serán lo mismo…?
Si eres nuevo en esto, posiblemente ya te hayas hecho esa pregunta. Es decir, ¿quién no lo haría al escuchar por primera vez eso términos? (Design Thinking y Design Sprint). Recordemos un poco el concepto de cada una para empezar a señalar sus diferencias, porque las hay.
Design Thinking. El Design Thinking es una filosofía de innovación que utiliza métodos y técnicas de diseñadores para comprender las necesidades de las personas. Las fases que tiene esta filosofía son: empatía, ideación, prototipado y experimentación.
De esta forma se toman decisiones que tienen sustento en lo que los clientes realmente requieren y no simplemente en datos históricos.
Design Sprint. El Design Sprint es un proceso metodológico de 5 días para abordar y resolver grandes desafíos, a la vez que se crean nuevos productos o mejoran los que ya existen. Podría decirse que este proceso pertenece al Design Thinking, ya que cuenta con las mismas fases, pero con una propuesta de valor pensada para aspectos específicos.
Diferencia entre Design Thinking y Design Sprint
No hay muchas vueltas que darle, ya que en la propia definición se encuentra la principal diferencia. Design Thinking es una filosofía o disciplina que ofrece una forma diferente de pensar para abordar los desafíos, mientras que el Design Sprint es un proceso que ya viene con una serie de pasos para cada día que dure.
- Si cuentas con un nuevo proyecto, pero aún estás verde en la materia y aún no conoces a fondo las necesidades de tus clientes, entonces se recomienda aplicar Design Thinking.
- Por otro lado, si ya conoces quién es tu cliente (qué es lo que necesita) y quieres experimentar con alguna idea nueva o simplemente validar una propuesta, entonces lo más acertado sería recurrir al Design Sprint.
El truco está en saber cuándo utilizar cada una para el propósito que tengamos, pero, en general, es recomendable aprender primero sobre Design Thinking si es que no deseamos arriesgarnos.